- ¿Qué es lo que realmente esperas de mí?
+ Que dentro de muchos años, cuando te mire, aún me sigas poniendo nerviosa
algo que alcanzar.
bienvenido a mi mundo. Cierra la puerta al entrar. No hagas ruido. Y dejate llevar....
16 de enero de 2012
Diecinueve.
¿Nunca has sentido como que tu estómago está del revés?
¿Nunca has vivido esa sensación parecida al vértigo que da cuando estás en un columpio?
¿Nunca has sentido mariposas en el estómago?
Es como eso, como sentirse en el cielo, como querer volar más alto y no poder.
Es como olvidar qué es el dolor, como recordar la felicidad.
Es como estar más allá de este mundo.
Las horas son como segundos a tu lado.
Me encanta cuando me abrazas. En ese momento tengo claro dónde pertenezco. Me siento pequeña, pequeña a tu lado. Y segura y protegida. Es como si nada malo pudiera pasarme, por que estás abrazandome, protegiéndome, cuidando de mi. Es como si tu no fueras a dejar que me hicieran daño. Es como si todo el dolor, el miedo y el peligro se fuesen...
30 de octubre de 2011
28 de octubre de 2011
Loca por el
Pasea por la calle. Sin un destino fijado. Sin el sentido del tiempo. Con la mirada perdida y el móvil apagado. La gente le adelanta, le pide paso y le dan las gracias. Una medio sonrisa sirve para responderles. No tiene hambre, ni sueño, ni sed. Solo él en su cabeza. Y no consigue, ni quiere, desvanecer la ganas de él. Sigue andando. No para. No piensa. Apenas pesatañea. Él. Una y ota vez. Su cara. Sus ojos. Su sonrisa. Su voz. Su olor. Sus besos. Sus te quiero. No se le van de la cabeza. Cierra los ojos y le imagina. Imagina todo eso. A su alrededor deben pensar que está loca. Y no se equivocan. Es más, le encantaría gritarlo en medio de la calle. Llamar la atención de todos. Que le escuchen, que se rían si les apetece. No solo quiere que lo piensen, quiere demostrarselo. Quiere que sepan que sí que está loca. Loca por él.
26 de octubre de 2011
Cada tormenta trae consigo la esperanza de que por la mañana todo volverá a estar limpio de nuevo y que hasta las manchas más perturbadoras habrán desaparecido así como las dudas sobre su inocencia o las consecuencias de su error, las cicatrices de su traición o el recuerdo de su beso.
Aguardamos a que pase la tormenta esperando lo mejor, pero en el fondo de nosotros mismos sabemos que algunas manchas son tan indelebles que nada podrá lavarlas.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)

